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Leer el comentario del Rabino y la Parasha Shoftim

Yeshaiá (Isaías) 51:12 – 52:12

Yeshaiá 51:12 Yo, Yo soy quien os consuela, ¿Quién eres tú para que

temas al mortal; A hombres, que son como la hierba, 13 Y te hayas olvidado de YHWH, tu Hacedor, Que extendió los cielos y cimentó la tierra, Y tiembles continuamente, todos los días, Ante la furia del opresor cuando se apresta a destruir? ¿Dónde ha quedado la furia del opresor? 14 A toda prisa se soltará el agobiado, No morirá en la cárcel ni le faltará su pan. 15 Porque Yo soy YHWH tu Elohim, Que agito el mar y hago bramar sus olas, Y mi nombre es YHWH Sebaot. 16 Yo extendí los cielos y cimenté la tierra, Y he puesto mis palabras en tu boca, Y te he cubierto con la sombra de mi mano, Para que digas a Sión: Tú eres mi siervo. 17 ¡Despiértate, despiértate, ponte en pie, oh Jerusalem! ¡Tú, que has bebido de la mano de YHWH la copa de su ardiente ira, Y apuraste hasta el fondo la copa del aturdimiento! 18 Entre los hijos que dio a luz, no hay quien la guíe, Entre los hijos que crió, no hay quien la lleve de la mano; 19 Esos dos males te han sucedido, ¿Y quién se compadece de ti? Desolación y quebranto, hambre y espada. ¿Por medio de quién te consolaré? 20 Tus hijos han desfallecido; Yacen en las encrucijadas como antílope en la red, Llenos de la ira de YHWH, de la reprensión de tu Elohim. 21 Por tanto, oye esto, oh afligida, Embriagada también, y no de vino. 22 Así dice YHWH tu Soberano, y tu Elohim, Que defiende la causa de su pueblo: He aquí, Yo quito de tu mano la copa del aturdimiento; No volverás a beber de la copa de mi ira; 23 La pondré en mano de tus verdugos, los que te decían: ¡Póstrate, para que pasemos! Y tú ponías tu espalda como suelo, Como calzada para los transeúntes.

Yeshaiá 52:1 ¡Despiértate!¡Despiértate! ¡Vístete de poder, oh Sión! ¡Vístete tus ropas de hermosura, Oh Jerusalem, santa ciudad! Porque no volverá a entrar en ti el incircunciso ni el impuro. 2 ¡Sacúdete el polvo, ponte en pie! ¡Entronízate, oh Jerusalem! ¡Desata las ataduras de tu cerviz, Oh cautiva hija de Sión! 3 Porque así dice YHWH: De balde fuisteis vendidos; Sin dinero seréis rescatados. 4 Pues así dice Adonay YHWH: Al principio mi pueblo bajó a Egipto, Para morar allí como forastero; Al final Asiria lo oprimió. 5 Y ahora, ¿qué hago Yo aquí, dice YHWH, Cuando mi pueblo es llevado sin causa? Sus dominadores lanzan alaridos, dice YHWH, Y todo el día, sin cesar, ultrajan mi Nombre. 6 Pero mi pueblo reconocerá mi Nombre; En aquel día reconocerán que Yo soy el que dice: ¡Heme aquí! 7 ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, Del que anuncia la paz, Del que trae la buena nueva, Del que anuncia la salvación, Del que dice a Sión: Tu Elohim reina! 8 ¡Voz de tus atalayas! A coro alzan la voz y dan gritos de júbilo, Porque ven cara a cara a YHWH que vuelve a Sión. 9 Prorrumpid en júbilo, cantad a coro, ¡oh ruinas de Jerusalem! Porque YHWH ha consolado a su pueblo, Ha redimido a Jerusalem. 10 YHWH descubrió su santo brazo avista de todas las naciones, Y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Elohim. :11 ¡Apartaos, apartaos, salid de allí, y no toquéis cosa inmunda! ¡Salid de en medio de ella, Purificaos los que lleváis los utensilios de YHWH! 12 No saldréis apresurados ni os iréis huyendo, Porque delante de vosotros marchará YHWH, Y en la retaguardia el Elohim de Israel.

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