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Leer la Parashá y Haftará

La percepción y el espíritu de confusión

A partir de ellos, las naciones que estaban más aisladas se ramificaron hacia sus tierras: cada una según su idioma, por sus familias, en sus naciones.

Bereshit 10:5

Como puede ser que cada quien fue según su lengua o idioma cuando más adelante en la Torá se nos comenta que todos tenían un mismo lenguaje. La Cabalá nos enseña que el lenguaje es el resultado de la percepción, por eso es que en Bereshit en su capítulo 2 dice:

7 Y YHWH Elohim formó al hombre de polvo de la tierra y le exhaló en sus fosas nasales el alma de vida; y el hombre se transformó en un ser vivo.

En éste mismo versículo Onkelos traduce “y el hombre se transformó en un ser parlante” porque el hombre fue formado como un receptor de la luz de El Eterno, un ser con la capacidad de percibir en consecuencia con la capacidad de hablar, algo totalmente contradictorio a la teoría de la evolución.

Cuando en la parasha hace mención de que cada uno fue repartido según su idioma, familia o nación hace referencia a una percepción que tenían del creador y la creación, una cosmovisión. Y de acuerdo a esta cosmovisión las naciones se fueron dividiendo.

Toda la tierra tenía un mismo idioma y un mismo propósito.

Bereshit 11:1

El versículo hace referencia a que todos tenían un mismo sentir, una misma percepción es decir todo estaba claro para todos, sin embargo esa claridad fue utilizada para evadir el posible castigo de El Eterno y decidieron construir la torre de Babel, una torre altísima para salvarse en caso de que El Eterno decidiera mandar otro diluvio.

6 y dijo YHWH: «He aquí que son un pueblo con un mismo idioma para todos, ¡y esto es lo que hacen! Y ahora, ¡¿no se les debe evitar su propósito?! 7 Vamos, descendamos y confundamos su idioma, para que uno no entienda el lenguaje del otro».

Muchas personas tienen la creencia de que en este momento fueron creados los idiomas sin embargo en un nivel más profundo ese espíritu de confusión (Bavel) hizo que cada persona tuviera su propia percepción, su propia cosmovisión eso hizo que aunque hablemos el mismo idioma no logramos entendernos, como pasa a día de hoy en todas nuestras relaciones.

En la parashá se hace mención que previo a que Noaj enviará a las 3 palomas, él envió primero un cuervo. La palabra cuervo en su raíz hebrea tiene que ver con Erev, una palabra que hace referencia a un crepúsculo, al momento de la caída del sol en donde no es de día ni tampoco de noche es un momento en que las cosas no están claras, es decir un momento de confusión. Entonces ese cuervo que libera Noaj que representa un espíritu de confusión está íntimamente relacionado con el espíritu de confusión que fue liberado en la torre de Bavel.

Las Yoná y la purificación de la creación

Siguiendo la narrativa de la Torá Noaj envía a las tres palomas (Yoná) la palabra en hebreo que se utiliza para enviar es Shaliaj, la cual significa enviar con un objetivo. Por lo que los viajes de estas Yoná participan de una manera activa con la purificación de la creación ocurriendo debajo del agua. El descenso de la primera Yoná está relacionado con el descenso y revelación de la Torá en el monte Sinaí, un Torá que fue entregada pero no hubo un pueblo que la recibiera. La segunda Yoná regresa con una hoja de olivo, de acuerdo con Rashi esto tiene que ver con un sacrificio ya que el sabor de la hoja de olivo es amargo. Por lo que la segunda Yoná una referencia al descenso del Mashiaj Ben Yosef y a su sacrificio necesario para la purificación de la creación. Y la tercera Yoná encontró en donde reposar sus patas y por eso no regresó al arca, la tercera Yoná es Mashiaj Ben David quien encontrará una nación justa en donde podrá reposar e implantar el reino del Eterno.

mostraré gracia cuando elija mostrar gracia y mostraré compasión cuando elija mostrar compasión».

Shemot 33:19

No podemos tratar de convencer a nadie de nuestra percepción o de nuestra cosmovisión ya que el entendimiento viene de El Eterno y si cada quien hace conforme a lo que entiende, entonces cada quien está haciendo lo que El Eterno quiere que hagamos. Un espíritu de confusión necesario para la purificación y redención de toda la creación, así mismo ese espíritu de confusión es necesario para que El Eterno muestre Su Soberanía y Su gracia, revelando Su Luz y Su Mashiaj a quien le plazca y escogiendo a quien preparar para el Olam Havá.

Shabat Shalom

R. Yehuda Ben Yisrael

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